De rodillas suplico al tiempo que pase, hora de dormir y oigo pasos. Detràs de mì creo ver una ilusiòn y hago silencio. Hay un silbido golpeando los arboles lo reconozco es el viento. A travès de la ventana hay una danza frente a mis ojos objetos que no vuelan, en el aire golpean mi confusiòn. Cierro los ojos y rezo pido que todo termine, y la tempestad no se lleve mi techo. Recojo mis pasos bajo la cortina de la ventana y se va la luz, ya no esta lloviendo enciendo una vela miro el recuerdo y no esta tu cuerpo. La niebla cae junto con el alba tocan mi hombro, me invitan a dormir finjo que no siento, tiernamente, besan mi frente y me dicen dulces sueño.
J.R.. |