Cuando uno se aflige, intenta cambiar la realidad para ajustarla
a su programación, pues cree que ésa será la solución a su problema;
pero como no lo consigue, su frustración viene a sumarse a su
aflicción y el problema no se aclara.
Si el problema viene de tu programación, no puedes cambiar la vida
y a los demás, sino desprogramarte o ver, por lo menos, claramente,
de dónde viene el problema.
Si cambias y te abres a la realidad, verás cómo todo cambia a
tu alrededor,pues era tu mente la equivocada, y al cambiar tu mente
y abrirte a la realidad, cambiará tu manera de ver y de vivir llamando
cada cosa y situación por su nombre.