Estoy a la mitad de mi vida, tengo una familia establecida, no me puedo quejar, pero a mi vida a llegado alguien que me a movido el corazón, no nos conocemos, nomás hablamos por teléfono.
El también tiene su vida hecha, es un buen hombre, pero se nos ha convertido en necesidad hablar todos los días.
El dice que ya me ama y yo creo que también. El quiere conocerme, poner una cita y yo no quiero, tenemos mucho que perder, ya no puedo hacer nada, no puedo concentrarme en nada siento que lo necesito, pero llegó tarde.
Solo le pido a Dios que me ayude a olvidarlo