Cuando somos hijos y ayudamos a nuestros padres, nunca es suficiente: puedes darlo todo pero eso no te hace mejor a sus ojos. Puede que tengas a un hermano que no hace ningún esfuerzo en atender a tus padres, y pese a ello, tus padres parecen apreciarle más que a ti que estás siempre con ellos. Y eso ocurre en todos los ámbitos, no sabemos agradecer lo que se nos da sin condiciones |