¡¡Esposa de un líder!!
¿Cuál es el real llamado que todas,
siendo esposas de hombres de Dios,
hemos recibido del Señor?
Glorificar a Dios con nuestras vidas.
Ese es el principal llamado que todos,
como hijos de Dios, tenemos. Isaías 43:7.
Que nuestras vidas muestren
al mundo Su Excelencia: 2ª Co.4:7.
Ahora bien, como esposas de líderes…
pensamos que tenemos un amplio espectro de ministerio que realizar y la responsabilidad de ser esa ayuda idónea que nuestro marido necesita. Primeramente,
antes de poder ser la ayuda idónea que él necesita, debo cuidar mi corazón de ser
la mujer que Dios quiere que sea.
Mi comunión con Dios.
• Una vida de oración: Salmos 5:1-3, 55:16-17
• Una vida de confesión. 1ª Juan 1:9
• Una vida de estudio de la Palabra y memorización. Salmos 119:9, 11, 57-58, M t.4
• Una vida de práctica de la Verdad aprendida (santidad) . Santiago 1:22-25
• Para de esa manera manifestar el fruto del Espíritu: Gal 5:22-23
Mi responsabilidad número uno en el ministerio es velar por la vida mi esposo.
La familia y el matrimonio
deben estar siempre en primer lugar.
La familia debe estar antes que la iglesia,
las satisfacciones personales,
y la economía.
Ponerlos en primer lugar significa monitorear tres aspectos concretos de la vida familiar
con relación al trabajo:
la disponibilidad, el nivel de estrés, y el funcionamiento como familia.
La disponibilidad significa que siempre se debe estar emocionalmente y físicamente al alcance de la familia. El nivel de estrés se refiere a la presión interna excesiva y a la ansiedad que trae consigo el trabajo.
El funcionamiento como familia se refiere a la salud y el bienestar generales de la familia y de sus miembros.
Mi esposo.
Significa ser la ayuda y el apoyo íntimo
de una persona muy especial,
un siervo de Dios.
Eso nos lleva al compromiso de aceptarlo,
ayudarlo, comprenderlo, alentarlo y cuidarlo.
A orar constantemente por él y su ministerio.
Y a velar por él. ¡¡¡¡¡ Cúbrelo de oración!!!!!
1. Sus necesidades: Físicas, emocionales, de cuidado y arreglo de sus cosas.
¡¡Qué lindo para ellos llegar al hogar y que sea un remanso después de un día de mucha entrega.
Anhelar llegar al hogar.
2. Sus estudios: Cuando él está preparando sus mensajes, cuando está sobrellevando cargas especiales, cuando necesita tiempo para orar y buscar al Señor,
es cuando debemos estar atentas y cuidarlo.
3. Su Tiempo: Los celos, las exigencias desmesuradas, el ser absorbentes entorpecen su ministerio.
Tenemos que comprender que su vida está en el altar, fue consagrada a un ministerio que demanda mucho de su tiempo, de sus emociones y de sus fuerzas.
Aunque él nos ama a nosotras y a nuestros hijos, muchas veces no puede dedicarnos
todo el tiempo que él desearía.
No lo torturemos por eso.
No nos sintamos víctimas.
Las esposas de los médicos u otros profesionales, hombres de negocios, obreros con más de un empleo, etcétera, padecen lo mismo.
No somos las únicas con este problema.
4. Sus tentaciones: Ellos están constantemente expuestos a la tentación,
aun en el índole sexual.
Mis hijos
El ejemplo de la mujer de Prov. 31. Uno sabe cuales son sus prioridades y el tiempo
que puede dedicar fuera del hogar,
el cual va variando según las edades de nuestros hijos. NO olvidar que mis mejores discipulados
son nuestros hijos,
y mi responsabilidad delante de Dios.
Muchas veces pareciera que nuestras
actividades fuera del hogar,
en el ministerio,
están antes de nuestros hijos,
y descuidamos nuestras prioridades
y no agradamos al Señor de esta manera.
Saber esperar los tiempos para
realizar un ministerio “afuera”.
Las diferentes etapas como mamá .
Mi casa : HACER DEL HOGAR LA “PUERTA DEL CIELO”:
Cuidado de la casa: Tenerla en orden, lista para satisfacer las necesidades de nuestra familia , y a la vez…
Hospedaje- La casa de un líder es una mezcla de hotel, restaurante, sala de espera, consultorio y sala permanente de muchas reuniones. Eso significa que hay muchos más platos, servilletas, toallas y sábanas que lavar que en una casa normal.
Muchas más comidas que cocinar,
minutas que improvisar, tés, cafés, refrescos y galletitas para servir.
Y hay que desarrollar mucho el ingenio
para estirar los pocos recursos que la crisis nos deja para hacer todo esto.
Mi Iglesia
Un servicio de acuerdo a los dones: Todos tenemos diferentes dones y diferentes habilidades.
No puedes decir “No tengo dones”.
Ciertamente, quizá no eres la mejor en todo
lo que haces ahora.
Seguramente hay personas mucho mejores que tú en ciertas áreas del ministerio.
Lo mejor que puedes hacer es permitir que cada quien se desarrolle en el área de sus fortalezas.
Todos debemos servir,
pero cada uno de acuerdo
con los dones dados por Dios.
Un servicio de acuerdo a la etapa que vives.
Las circunstancias de cada mujer son diferentes.
Si eres una mamá con niños pequeños tal vez no puedas salir a hacer visitas,
pero si no los tienes,
puedes salir sin mayores preocupaciones.
Muchas veces no cultivamos una buena relación con nuestros hijos por andar de actividad en actividad.
Hay que ejercer mucha sabiduría en las decisiones considerando todos los elementos involucrados en la etapa que vivimos.
Otras responsabilidades como la casa,
el trabajo, los hijos, los padres,
el esposo y el desarrollo espiritual
deben entrar en la ecuación al momento de decidir cuánto y en qué debemos participar.
¡Cuántas veces debimos pedirle perdón al Señor por haber bajado la mirada,
por habernos quejado y aun renegado por la parte dura de este ministerio! Si somos "e sposa de líder, misionero o pastor",
somos colaboradoras directas de una misión que trasciende ampliamente las fronteras de este mundo y corre hasta la Eternidad.