UNA SONRISA
autor: Madre Teresa de Calcuta
Una sonrisa en los labios alegra nuestro corazón, conserva nuestro buen humor,
guarda nuestra alma en paz, vigoriza la salud, embellece nuestro rostro e inspira
buenas obras.
Sonriamos a los rostros tristes, enfermos, tímidos, conocidos familiares y amigos.
Sonriámosle a Dios con la aceptación de todo lo que Él nos envíe y tendremos el mérito de poseer la mirada radiante de su Rostro con su Amor por toda la eternidad.
Las palabras de Cristo son muy claras pero debemos entenderlas como una realidad viviente, tal como Él las propuso. Cuando Él habla de hambre no habla solamente de hambre de pan, sino hambre de amor, hambre de ser comprendido, de ser querido.
Él experimentó lo que es ser rechazado porque vino entre los suyos y los suyos no le quisieron. Y conoció lo que es estar solo y abandonado de los suyos.
Esta hambre de hoy que está rompiendo vidas en todo el mundo, que está destruyendo hogares y naciones, habla de no tener hogar, no solo un cuarto con techo, sino del anhelo de ser aceptado, de ser querido, de ser tratado con compasión y que alguien abra nuestro corazón para recibir al que se sienta abandonado.
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