Y de nosotros, sombras
Cómo puede dolernos el rostro al contacto de la brisa. Cómo pueden dolernos las manos al rozarlas, nuestras manos.
Cómo pueden secarse los labios atrapados en el silencio o mudo grito. Y los besos, los besos que nos damos nos duelen secos, se humedecen con mis lágrimas que van rodando...
Y cómo te amo y cómo me amas... y cómo nos duele y nos rasguña nos araña este aire plomizo esta nube que presagia la tormenta.
Y, nosotros internos y amados silenciosos y espectantes cuidadosos de nuestras sombras rozando los latidos de la noche juntando estas dos humanidades adoloridas estos dos cansancios fundidos en sepia.
Pero aquí estoy sintiéndote como aguamanil de acero o pilar de roble, de mi resquebrajado tronco de angustias.
Amor, siempre amor, me rodeas más allá de todo este maltrecho espacio, me rodeas hondo...
Y en esas honduras me mantengo frágil y firme a la vez porque me he convertido en un mar de incongruencias tu templanza es mi todo.
Andando juntos, como paisaje de antaño o sombras andantes, vamos dejándonos los besos dibujados en la piel
A/D
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