Había una vez un árabe que viajaba en la noche, y susesclavos, a la hora del descanso, se encontraron que no tenían más que 19 estacas para atar a sus 20 camellos. Cuando lo consultaron al amo, éste les dijo:-"Simulad que claváis una estaca al llegar al camello número 20, pues como el camello es un animal tan estúpido, se creerá que está atado."
Efectivamente, así lo hicieron. Y al día siguiente, todos los camellos seguían atados y el número 20 al lado de lo que suponía su estaca, sin moverse. Al desatarlos, todos los camellos se pusieron en movimiento, menos el 20 que permanecía quieto.
El amo dijo: -"Haced el gesto de desatarlo de la estaca, pues el tonto aún se cree atado."Así lo hicieron y entonces el camello se levantó y comenzó a caminar con los demás.
Ésta es una buena imagen que puede ilustrar la estupidez humana cuando estamos programados e incapaces de ver ni decidir por nosotros mismos, sino por hábitos, por unos gestos determinados, por la costumbre o por nuestra propia programación.
Cuando estamos dormidos no tenemos miedo de los sueños, pero sí tenemos miedo de despertar a la realidad, porque supone un cambio.Supongo que preferir el sueño a la realidad es de idiotas, pero así es.
Kabir decía: "Me reí mucho al ver que el pez en el agua tenía sed". Ésta es nuestra propia realidad de dormidos. Sólo despiertan los que desean despertarse. Anthony de Mello
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