El alma de la mujer històricamente se ha concebido como un alma
encarnada en un cuerpo percibido como fatalidad para ella
(ligado a experiencias sexuales asociadas al dolor: embarazo,
parto, abusos, menstruacion dolorosa, menopausia...)
e incomprension para los otros.
Hoy necesaria y afortunadamente se empieza a reconocer
la vitalidad encarnada en ese cuerpo de ciclos y respuestas inesperadas.
Cuerpo cercano a la tierra, a sus estaciones y cambios de mareas.
Cuerpo enlunado, creciente, lleno, menguado, nuevo.
Cuerpo hùmedo y seco segun sus aconteceres y tiempos.
Los ritmos y los ciclos de la naturaleza son los guias de la mujer,
el cuerpo su vehiculo para mantener la especie...
y el alma su destino....
Me gustò y se los envìo.