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General: LA REGLA DE ORO
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Respuesta  Mensaje 1 de 5 en el tema 
De: MARILU9268  (Mensaje original) Enviado: 22/10/2013 10:11
 

 

 
 
 
 
 
 

Si somos tan despreciables, por egoístas, que no podemos 

irradiar algo de felicidad y rendir un elogio honrado, sin tratar 

de obtener algo a cambio; si nuestras almas son de tal pequeñez, iremos al fracaso, a un fracaso merecido…

Hay una ley de suma importancia en la vida y conducta de 

la humanidad. Si obedecemos esa ley, casi nunca nos veremos

 en aprietos. Si la obedecemos, obtendremos constante felicidad

 e innumerables amigos. Pero en cuanto quebrantemos la ley, esa ley, nos veremos en interminables dificultades.

La ley es ésta: “Trate siempre que la otra persona se sienta 

importante”. El profesor John Dewey 

ha enseñado que el deseo de ser importante es el impulso

 más profundo que anima el carácter humano; el profesor 

William James: “El principio más profundo en el carácter 

humano es el anhelo de ser apreciado”. Como ya

 lo he enseñado, ese impulso es el que nos diferencia de

 los animales. Es el impulso que ha dado origen a la civilización

 misma. Los filósofos vienen haciendo conjeturas acerca

 de las reglas de las relaciones humanas desde hace 

miles de años, y de todas esas conjeturas ha surgido 

sólamente un precepto importante. No es nuevo.

 Es tan viejo como la Historia.

Zoroastro lo enseñó a sus discípulos en el culto del 

fuego, en Persia, hace tres mil años. Confucio 

lo predicó en China hace veinticuatro siglos.

 Laotsé, el fundador del taoísmo, lo inculcó a 

sus discípulos en el valle de Han. Buda lo 

predicó en las orillas del Ganges quinientos 

años antes de Cristo. Los libros sagrados del hinduísmo

, miles años atrás de esto ya lo enunciaban. 

Jesús lo enseñó entre las pétreas montañas 

de Judea hace diecinueve siglos, y lo resumió 

posiblemente en el precepto quizá más importante del mundo:

“Haz al prójimo lo que quieres que el prójimo te haga a ti”.

Usted quiere la aprobación de todos aquellos con quienes 

entra en contacto. Quiere que se reconozcan sus méritos.

 Quiere tener la sensación de su importancia en su 

pequeño mundo. No quiere escuchar adulaciones baratas, 

sin sinceridad, pero anhela una sincera apreciación.

 Quiere que sus amigos y allegados sean “calurosos 

en su aprobación y abundantes en su elogio”.

 Todos nosotros lo deseamos. Obedezcamos, 

pues, la Regla de Oro, y demos a los otros lo que 

queramos que ellos nos den: ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Dónde?

La respuesta es: Siempre, en todas partes  
 
 
 
 



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Respuesta  Mensaje 2 de 5 en el tema 
De: Monika1 Enviado: 22/10/2013 13:50

Respuesta  Mensaje 3 de 5 en el tema 
De: Manel5251 Enviado: 22/10/2013 17:12

Respuesta  Mensaje 4 de 5 en el tema 
De: Sol Solgraficos Enviado: 22/10/2013 20:06

Respuesta  Mensaje 5 de 5 en el tema 
De: campitos0 Enviado: 22/10/2013 21:27

 Quiere que sus amigos y allegados sean “calurosos 

en su aprobación y abundantes en su elogio”.

 Todos nosotros lo deseamos. Obedezcamos, 

pues, la Regla de Oro, y demos a los otros lo que 

queramos que ellos nos den: ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Dónde?

La respuesta es: Siempre, en todas partes  


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