Pacientemente viene escribiéndose el Otoño,
retratándose en los perfiles de las montañas,
cayándose despacio en espirales sobre la mar.
La tibieza del cuerpo del mundo es identica
a la sangre que murmura en nosotros,
donde todavía el Sol regala su calor
a la tierra destripada que en Verano exhala
el rumor de su interior.
Nuestro recuerdo de calles abiertas
que se precipitan desnudas a lo largo
de la mirada que se pierde en el viento.
Pacientemente viene escribiéndose el otoño
en la desnudez de la poesía,
en el brillo de los ojos al vislumbrar el óleo
de la bóveda celeste.
Viene escribiéndose en la luna tierna,
en la noche escarchada,
en tu abrigo preferido,
en el envés amarillento de las hojas,
en la mentira periódica que llena los quioscos.
Pacientemente viene escribiéndose el Otoño.
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