El parque solitario que me ampara,
la hierba herida bajo mis pies
descalzos
y la cálida memoria del viejo
jardinero,
diminuto, vivaz, alegre , de ojos
pardos.
El viento suave murmura mil lamentos,
trae el aroma agrio del pinar cercano,
el sol, con pequeña escalerita rosada
baja lento por los altos álamos…
Yo recuerdo al jardinero ausente
¿Regará estrellitas en el cielo claro?
¿Juntará las rosas bellas de la tarde?
¿Sembrará su bondad en las nubes que
amo?
Dirijo los ojos hasta el fin de un
fresno,
su tronco rugoso ¿Cuánto habrá mirado?
la algarabía alegre de los niños
y el rostro tierno del viejo cansado.
Con paso lento y manos resignadas,
su sombrero de paja al sol ofrecía,
mientras con los árboles añosos
hablaba
y en silencio y quieto sus cantos oía…
***
Viejo jardinero, alma de ternura,
que desde el cielo tú siempre nos
cuidas,
quiero que en las noches bajes
esperanzas
y en los altos álamos las dejes
prendidas…
Pequeño jardinero, corazón de pájaro,
fuerte como el roble que mucho crecía,
armaré para ti un ramo de sueños
con todos los aromas que tanto querías…