Quizás nunca puedas dimensionar lo que significas en mi vida, desde que éramos jóvenes, muy jóvenes que eres parte de mí. Ya han pasado más de 20 años desde ese primer beso, y un poco menos desde que me hice mujer junto a ti. A veces siento que es casi un detalle los caminos tan distintos que tomamos, pues siempre ha sido parte de mí. Hemos sido afortunados al encontrar cada uno por su lado un buen amor, y formar junto a ellos familias hermosas y ser padres de hijos entrañables. Pero no podemos negar nuestras presencias. En mi caso, no puedo negar tu cuerpo, tú ser, tu recuerdo, no puedo evitar que seas mi primer pensamiento cuando despierto, ni el último cuando ya el cansancio me adormece. Quisiera no sentir culpa por desear estar entre tus brazos, por ser tu mujer, por querer sentirte dentro de mí.
Te deseo con una pasión que desborda mis sentidos y mi entrepierna, que eriza mi piel y que me hace sonreír de la nada mientras camino por lo cotidiano. No quisiera dejar pasar más tiempo sin verte, sin tenerte frente a mí, sin mirar tus ojos profundos y llenos del pasado que nos envuelve, quiero contemplar tu desnudez, quiero besarte la piel, quiero hacerte estremecer, quiero hacerte mío hasta que no puedas más... Necesito que me hagas tu mujer, que mi cuerpo aunque sea por ese ínfimo momento sea de ti y para ti... Neguemos por ese momento lo demás, seamos uno como si fuera lo último que nos quedara por hacer.
Mi eterna pasión eres tú, mis pechos expectantes y blancos son de ti, mi mano en la tuya mientras conduces y el silencio cómplice y exquisito que nos envuelve, serán parte del paisaje que hemos de vivir, cuando ya esté por terminar nuestro encuentro...y pasaran tantas cosas por mi mente, como que esto que siento es más que pasión, que me importas demasiado...que me encantas con locura, pues estar junto a ti me transporta a un pasado que añoro, de años hermosos... Parte de mí se ha ido contigo, me hiciste mujer y no lo olvido, y creo otra vez que merecemos estar un momento más juntos, que siempre valdrá la pena perderme entre tus brazos, hundirme en tu cuerpo que tanto deseo y sentir que todo junto a ti es perfecto...
Te quiero tanto cariño mío, y aunque nunca me escuches decírtelo... Necesito que sepas que es real.