que bañas tus alas
en el cielo,
flotando liviana y
sin destino,
tal vez cumpliendo
tus anhelos.
Buscas en el
horizonte infinito
un sueño perdido,
un gran amor
y tu vuelo se
vuelve nostalgia,
y en tus ojos se
esboza el dolor.
Acaricias las rosas
de la tarde,
te fundes en la
bruma temerosa,
el lucero que
ilumina tu ventana
estalla en el alma
de las cosas.
Loca mi roja sangre
te persigue
como un volcán
encendido…
abraza las cenizas
azules
de mi amor y ¡tu
olvido!