Recordando el año vivido...

Amados!!!!!

Finaliza el año 2013 y aunque no busque la revisión del mismo, inevitablemente llego a ese instante donde repaso los meses de este tan cambiante año.

Seguramente ustedes en algún momento antes de brindar y darle la bienvenida al año 2014 harán una evaluación de los meses recién vividos, pues...

Todo pasó tan rápido que nos parece increíble que un año dure un… instante.

En el momento de evaluar, generalmente lo primero que viene a la mente son los hechos dolorosos, las preocupaciones, los problemas, los conflictos y después saltan… las soluciones que logramos aplicar a cada problema, las alegrías compartidas, las experiencias adquiridas, el amor que encontramos tan cerca nuestro...

Yo les propongo a cada lágrima derramada, mirarla como un bálsamo necesario para disolver y encausar el dolor, la angustia o la escasez de fe.

Las lágrimas son las emociones liberadas, es permitirnos que circulen y desborden hacia el exterior, si reprimimos las lágrimas, ellas circulan por nuestro interior y se acumulan en algún órgano del cuerpo físico, originando una enfermedad.

Entonces… el acto de llorar, no debe avergonzarnos, debe ser un acto de liberación de la energía dolorosa que hemos acumulado, por alguna causa que, quizás, somos conscientes o no.

Si hemos perdido a un ser amado... cuando lo recordamos desde nuestro ego, lo sentimos como un abandono, pero si proyectamos la partida como el regreso al Hogar, es una despedida temporaria.

Es la despedida después de una larga tarea que fue cumplida.

El contrato de aprendizajes llegó a su fin y hay que seguir el viaje, dejar el lugar a otros, que esperan cumplir su propio contrato de vida.

Es cerrar ciclos para iniciar nuevos aprendizajes en otras “escuelas”.

Cuando al dolor le damos el sentido exacto, logramos bendecirlo, agradecerle la función que cumplió para nuestra evolución.

Este año 2013 fue para mi vida personal signada por lo emocional, donde las emociones más dolorosas me condujeron hacia el silencio interior, como nunca antes lo había experimentado.

En ese silencio interior, encontré la Paz Interior y ese fue el acontecimiento más grandioso de mi vida, lograr sentir PAZ en el caos y poder mantenerla en el tiempo y las circunstancias adversas.

Cuando logramos, sentir los acontecimientos vividos, por más dolorosos que hayas sido, desde la LIBERACIÓN, la transmutación, el perdón y el agradecimiento, les aseguro que recorrer con el corazón el año vivido, es un placer, una alegría infinita.

Entonces…

Abrimos puertas, no las cerramos más!!!!

Pues ya no sentimos resquemor, temor, oposición a los momentos difíciles, los abarcamos con una actitud de aventureros, exploradores del Alma Humana, caminantes de experiencias compartidas, creadores de cambios, facilitadores de senderos luminosos.

Hoy puedo decir… gracias año 2013, pues los que en un primer momento sentí como “verdugos de mi corazón herido”, hoy los Bendigo Infinitamente, pues fueron mis Mejores Maestros del Alma Humana.

Fueron los que me guiaron a mi interior, fueron los que me ayudaron a sentirme a mí misma, desde mi esencia Divina, pero antes de llegar a ella tuve que atravesar capa tras capa de mis propias sombras, para finalmente... sentirla.

Me enfrenté a mis propios miedos, a mis dudas, a los recuerdos de mi pasado lejano y del presente.

A partir del sentir de mis propias sombras, de aceptarlas y de liberarlas a través del amor, logré amarme, comprenderme y enlazar todo con los hilos del amor infinito de mi propia esencia, Dios en mí.

Aprendí a aceptar mi lugar en la Tierra, pero también en el Cielo, pues todos somos un pedacito del Cosmos y ese pequeño espacio cósmico, está impreso en nuestro ADN que lentamente se está liberando, para ser en este AHORA, Luz encarnada, viviente y palpitante.

Gracias año 2013, pues los desafíos que me presentaste a los largo de tus doce meses, fueron la “lima” perfecta para pulir mi Divinidad encarnada.

Hoy les deseo a todos aquellos que lean este mensaje, que en el último minuto del año 2013, agradezcan, bendigan, perdonen, liberen dolor, olvido o cualquier hecho vivido que les causó malestar, pues su única función, fue purificarlos y enaltecer su verdadera esencia, como lo que son… Maestros de Luz encarnados, viviendo una aventura de Amor Ilimitado.