Sí, quizá de lo que fuimos solamente resten chiribitas, aquel inerte ymuerto polvo de favila, tal vez de la flama de nuestro amor sólo resta la finita y reducida capa de pavesa, tal vez, pero recuerda que de esas mismas cenizas resurgió el Fénix, más grande, más fuerte y más temible que nunca, cómo espero que nuestro amor se llegue a convertir: inigualable, incomparable e inquebrantable…
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