Cambiar para vivir
Hay que aprender a gozar de la vida, y hacer en ella lo que más nos satisfaga.
Y disfrutar de la vida es a mi modo de ver, estar concientes de que haremos de ella lo que queramos que sea, feliz o infeliz. Hay que cambiar, transformarnos para transitar en ella de la mejor manera.
Muchos de nuestros problemas se deben a que no queremos aceptar los cambios nos supera el miedo a lo desconocido, porque no estamos fortalecidos interiormente y negamos que las personas cambian, que los sentimientos cambian.
En una relación, siempre hay cambios, y pobre de aquel que diga que ama a su pareja como siempre, quizá debía decir que cada momento la va queriendo un poco más eso sería razonable, porque si siempre se siente lo mismo, entonces no se disfruta, simplemente dejamos el sentimiento pasivo, sin actividad y con el tiempo se atrofia
Hay acontecimientos que tienen su tiempo, su momento y en ocasiones nos abruman y sufrimos pero van a dejar de molestarnos cuando encontramos el porqué y el motivo que nos llevó a padecerlos y es en ese momento cuando cambiamos nuestras estrategias y logramos lo que queremos.
Aferrarnos a algo o a alguien es no avanzar, es bueno tener otras perspectivas, para enfocarnos en encontrar ese disfrute y gozo de estar vivos. Es necesario cambiar de posición para ver el sol, para saborear el olor del mar y para disfrutar de una noche de luna llena, y no lo lograremos si permanecemos en el mismo sitio y con los sentidos apagados.
Al paso del tiempo nos vamos a dar cuenta que nuestra propia naturaleza es hacer lo posible para ser feliz, y entonces hay que dejar salir la apatía de nuestras vidas y ponernos en acción, no permitirnos el fracaso porque eso es dejar de luchar y eso no es de nuestra naturaleza.
Muchas desilusiones nos las llevamos porque estamos seguros y concientes de que es otra persona quien nos debe hacer felices, y eso es darle a otro nuestra responsabilidad, ya que solo nosotros somos capaces de hacer nuestra vida lo suficientemente valiosa para que nos llene y nos permita compartir con los demás.
Estemos concientes de que lo que realmente vale es el ahora, porque literalmente es lo que existe, el ayer ya ha pasado no se puede cambiar, la palabra dicha, el gesto empleado, la falta de actitud, todo lo bueno y malo ya ha pasado y es el ahora el que nos va a permitir transformar esa mala experiencia en algo valioso, porque nos hace entender que solo con actitud existe el cambio.
Dejemos de cuestionarnos y salgamos del laberinto de dudas y preguntas sin respuesta, y enfrentemos con valentía nuestro hoy, nuestro ahora, hay que creer en lo vivido porque son las experiencias que nos han llevado a lo que somos, tener una buena actitud es lo que nos llevará a disfrutar verdaderamente la vida.
Mónica Iturbide A.