Hoy desperté con una palabra en mi mente, una palabra que encontré en mis sueños que no pude recordar, tan sólo despertar sabía que había alguien que en mis sueños me acompañaba, pero no pude recordar su rostro, más mi mente lo tenía presente.
Al transcurrir el día aún no pude descubrirte sólo recordé un detalle de esa misteriosa presencia: ¡Su mirada!... Era tan clara y reconfortante que al recordarla tuve el deseo de volverla a soñar… Tuve miedo por un instante de no poder encontrarte mi mente es tan coherente que quizás no permita un sueño más en donde te encuentre, quizás no me permita perderme nuevamente en ese laberinto de sueños adolescentes en el que solo tú puedes mantenerme.
Ya llegó la noche, aún no pude reconocerte mi única esperanza de encontrarte esta en mi sueño ¡pero que desventura! Me ha tocado el ansia de verte no me permite conciliar el sueño.
Poco a poco me abandono en mi almohada, poco a poco voy perdiendo mi consciencia poco a poco... Lentamente... Y ahí estás... Veo tu figura recortada contra la luz del sol en lo alto de una colina... Esperando por mí, sonriendo despreocupado y tiernamente y aún no puedo reconocerte…
Estas oculto en medio de mis deseos y mis temores pero aún ahí puedo ver lo hermoso de tu alma, la tranquilidad que me regalas es inmensa e invaluable, sólo puedo quedarme aquí abrazándote hasta el fin del tiempo ¡soñándote! ¡Esperándote! ¡Recordándote! Porque sólo en mis sueños vives porque eres mi sueño, mi palabra eres tú y sólo tú.
Desconozco el autor
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