Tal vez fue tu caballerosidad, tu sonrisa encantadora o tu forma tan simple de ver la vida tan igual que yo la veo, sé que nunca fuiste mío que tu amor pertenecía a ella y no sé si bendecirla o aborrecerla porque por ella sientes lo que yo quisiera que sintieras en esta persona que a pesar de que no te conozco bien, cautivaste a un corazón de piedra que creyó que no volvería a latir.
Y aunque hoy me dices adiós, pude creer que puedo volver a sentir, y te quiero a pesar de todo y te extraño y añoro esa vida que pase en un breve instante…
Desconozco el autor