Cuando el aire bufa y rola mi piel, siento que me acaricias
estés donde estés.
Se que estás ahí.
Cuando las tinieblas de la noche presente están
y comienzo a gimotear, el brillante diamante luz
y compañía me da.
Sé que estás ahí.
Cuando el día helado está, se que estas ahí.
Sé que estás ahí cuando siento tus caricias con el ardor del fuego.
Sé que estás ahí.
Siempre lo estarás hasta el último día de mi vida…
Desconozco el autor