No sé cómo explicar lo hermoso de la tarde cuando tú le das vida a las ondas del aire, cada vez que te veo a mi lado sin moverte y sin expresar ninguna palabra clásica que anteriormente ya se había pronunciado. Solo se verte con tus ideologías extensas que le dan significado a mi caminar.
No sé cómo explicar lo infinito del cielo cuando con tus manos tocas lo invisible para darle forma a los entes del atardecer; cada vez que despliegas tu mirada al bosque solo para hacer renacer los árboles fijos que trémulos sonríen a las pequeñas ardillas que corren buscando su comida.
No sé cómo explicar los colores de tu estilo cada vez que dibujas con tu sonrisa la aurora, cuando matizas los pliegues del ocaso frente a la montaña de la ciudad, cuando pintas el arco iris en la atmósfera y dejas una tranquila brisa en mi ser calmando los sinsabores de la nostalgia.
No sé cómo explicar que ahora estás aquí frente a mí saludándome como siempre, con el perfume que llevas puesto en tus mejillas y con tu cabello suelto al aire libre, explicar no puedo todo esto que sucede frente al panorama de mis circunstancias.
¡Maravilla! Solo tú haces la diferencia entre cada rosa que existe en el mundo, y sin poder proferir en el viento tu nombre porque tú estás ahora presente… No puedo creer que a pesar de todo estés frente a mis ojos…
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