En mi corazón siempre escucho latidos que pronuncian con fuerza tu nombre y mi piel tiene tu marca tatuada.
En tu ausencia, este eterno amor delirante ha secado mi piel y desdibujado mi rostro en espera de reencontrarte.
En el paraíso de tus ojos quisiera perderme, y en la paz de tus labios encontrarme, y que tu sonrisa me sonría y me llene de ti.
Quiero que mi cuerpo nuevamente sea víctima de tus dedos y que los poros de tu piel sean mi alimento. Quiero que tus labios busquen mis rincones hasta encontrarme el alma en un suspiro.
Tu piel ¡envolviendo en paroxismo a la mía!
Bocas como mariposas buscándose febriles, deseosas. Besos de miel, que nazcan en tus labios y queden en mi memoria.
Nuestras manos como pinceles suaves dibujando vehemencia loca.
Desconozco el autor

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