Pretendo estar en tu vida permanentemente,
para asegurar un boleto de primera clase por tus pensamientos,
¡cómo un experto!, y vagar sin que haya olvido,
ni la injusta necesidad de hacerte acordar que existo.
Pretendo robarte la mirada en mis instantes inquietos
y a veces causarte un suspiro por dentro,
para lograr que te nazca en algún vago momento,
la idea de brindarme tu más fiel sentimiento.
Pretendo dejes tu crueldad a un lado,
interponiendo el poder de un cariño perpetuo,
y por cada palabra que ahora dices digas lo opuesto,
y por cada golpe que me das, un beso
Pretendo así, paso a paso, aprender a vivirte,
sin prisa, calmadamente, meditando cada espacio de tu cuerpo,
enseñarme a tu vida, y a la mía aferrarte de lleno,
sin ver el pasado y creando recuerdos.
Pero, nada pretendo más con paciencia que una buena caricia
y de conseguirlo nada menos que te nazca un beso,
que borre el abismo entre nuestros distantes cuerpos,
embarcándome en la dicha de estar en ti preso.
Porque pretendo aprender a vivir siempre después de tus pasos,
y escuchar tu clamor en cada espacio,
que nos sea la vida suficiente, que nos sea el amor demasiado,
tener para ti lo que mereces y darte las cosas que siempre has deseado.
Desconozco el autor