Si fueras hoja frágil mecida por el viento te tomaría entre mis manos para acariciarte, amarte, respirarte...
Si fuera agua cristalina bebería en el manantial de tu cascada si fueras hierba recién llovida mis flores brotarían entre tu tierra.
Más aún, si fueras susurro hecho sinfonía escribiría música en tu pentagrama con minuendos y crescendos orquestados en silencio.
Y si, por añadidura fueses senda, caminaría en tus veredas manteniendo viva la hoguera, por los besos prisioneros y las caricias escondidas entre las sábanas del lecho refugio y arca donde ahogo mi diluvio...
Desconozco el autor
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