Una vez en casa del maestro, la conversación se concentró en quejas sobre el estrés en el trabajo y la vida.
Al ofrecerles néctar a sus visitas, el profesor fue a la cocina y regresó con un termo de néctar y una variedad de tazas de:
porcelana, plástico, vidrio, cristal, algunas comunes, algunas caras, algunas exquisitas, y les pidió que se sirvieran
el néctar caliente.
Cuando todos los estudiantes tenían su taza en mano, el profesor dijo: "Si se han fijado, todas las tazas bonitas y
caras han sido tomadas, dejando atrás las comunes y baratas. Aunque es normal que quieran sólo lo mejor para ustedes,
ése es el origen de sus problemas y estrés.
Lo que en realidad querían era néctar, no la taza, pero conscientemente tomaron las mejores tazas y las estuvieron
comparando con las tazas de los demás.
"Fíjense bien -prosiguió-: La Vida es el néctar, pero sus trabajos, el dinero y su posición social son las tazas.
Las tazas son sólo herramientas para sostener y contener Vida, pero la calidad de la Vida no cambia.
"A veces -concluyó-, al concentrarnos sólo en la taza, dejamos de disfrutar el néctar que hay en ella.
Por lo tanto, no dejes que la taza te guíe... mejor goza el néctar".
¡¡ Y SOBRE TODO GOZA LA VIDA QUE DIOS TE CONCEDE DÍA A DÍA