Ayer no conocía los versos, ni la poesía, ni los poemas, hasta que llegaste tú, llegaste y te metiste como un virus dentro de mí, dominaste mi cerebro, todas mis células, reinaste mi corazón, llenaste de ti todo mi cuerpo.
Ayer no hacia viajes a la luna, no cruzaba mares enteros, no tocaba con las manos las estrellas, ni creaba mundos nuevos, hasta que vi tu sonrisa y pude conocer, lo hermoso que es imaginar y pude entender que es amar.
Ayer no sentía la música, no lloraba de felicidad, no escuchaba a los ángeles cantar, hasta que escuché tu voz, y pude sentir lo dulce de la vida hasta que besé tus labios.
Desconozco el autor
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