CUENTO ZEN
Una tarde, cuando Shichiri Kojun estaba recitando sutras,
entró un ladrón armado con una espada de hoja afilada,
exigiéndole la bolsa o la vida.
-"No me molestes- le dijo Shichiri-. El dinero está en ese
cajón."
Dicho esto, reanudó su recitación, pero poco después se
interrumpió y dijo:
-"No te lo lleves todo. Necesito una parte para pagar mañana
los impuestos."
El ladrón recogió la mayor parte del dinero y se dispuso a
marcharse.
-"Da las gracias a una persona cuando te hace un regalo."
añadió Shichiri.
El hombre le dio las gracias y desapareció.
Al cabo de unos días detuvieron al individuo y confesó,
entre otros, el robo a Shichiri. Cuando llamaron a éste
para que declarase como testigo, respondió:
-"Este hombre no es un ladrón, al menos por lo que a mí
respecta. Le di el dinero y él me lo agradeció."
Cuando terminó de cumplir su condena, el hombre fue
al encuentro de Shichiri y se convirtió en su discípulo.
"101 cuentos zen"
(Nyogen Senzaki y Paul Reps)