Mujer, sembradora de amor
Cuando una mujer se realiza en el campo laboral, dedicando todos sus talentos, esfuerzo,
creatividad, optimismo, perseverancia, audacia, pasión, se llama... profesional.
Cuando decide luchar al lado de su hombre para realizar un sueño y alcanzar una estrella,
cuando comparte alegrías, adversidades y en medio de las tormentas le da fortaleza
para continuar, en la soledad lo sabe acompañar y en la dicha disfrutar, se llama... esposa.
Cuando se entrega apasionadamente, cuando es caminante en la aventura, cuando ella misma
se convierte en sorpresa y se funde en un dialogo de amor con su pareja
en un solo cuerpo, se llama... amante.
Cuando sabe pacientemente escuchar, sin reclamos y sin limitaciones entrega lo mejor de sí;
cuando impulsa a los que ama y se convierte en una fuente inagotable de comprensión,
se llama... amiga.
Cuando su corazón se siente profundamente herido al contemplar el abandono de un niño,
la injusticia se le hace intolerante; cuando no puede resistir la mirada suplicante
de amor de un miserable, y se levanta como un gigante para forjar un mundo
más humano y justo, se llama... idealista.
Cuando una mujer da su vida, ternura, cuidado, cariño, y sin condición alguna
se entrega a forjar los frutos de su vientre, se llama... madre.
Cuando todo su ser lo ocupa para ser profesional, esposa, amante, amiga, idealista, madre;
cuando lucha incansablemente para ser una mujer íntegra, total, convirtiéndose
en una colaboradora de Dios, se llama... Sembradora de amor.
El mundo te reclama... ¡Eres un ser extraordinario!
¡Gracias por ser parte de mi vida!...