En mi bolso guardaba una carta tuya, el papel ya estaba amarillo y arrugado, me sé de memoria aquella hermosa carta en donde tú me escribías miles te amo...
Me escribiste cosas hermosas que jamás nadie había pronunciado me decías que era tu Diosa que era en tu vida lo más anhelado...
De un momento a otro todo se volvió gris todas esas líneas quedaron sin matiz al descubrir que todo aquello era mentira lo que decía en esas líneas, ya no existía...
Pasó el tiempo y lloré sin descanso no supe qué hacer... Aún te sigo amando el primera amor jamás se olvida, se ama y se añora toda la vida.
Desconozco el autor
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