Interminable mi amargura
de tener que pensarte hasta la locura,
no encuentro sanación alguna
de mirar tus manos y sentir que la pasión perdura.
En un instante me encuentro seguro
de enseñar lo que te quiero,
de no tener el alma oscura
de ser quien te bese los labios,
que te admire tu cintura
de tener que pensar que te pierdo.
Me quedo estático en la amargura
impaciente de encontrar la respuesta a mis dudas,
de tomarte por el cuello
y recorrer tu figura,
acariciando centímetros por tu piel tersa
y que mis labios te convenzan,
viendo tus sentimientos en tus pupilas
que eres del todo belleza,
a ver si te animas,
a darme tu ser y tu saliva
un elixir de vida.
Embriágame a placer
pero no me dejes volver,
quiero seguir extasiado
hasta el amanecer,
tocarte el pelo
pensando en lo perfecta que dicen ser…
Comenzando por tus mejillas
acabando por tus pies
sin excepciones,
sin trabas que disolver
ni detalles que esconder,
con los defectos a flor de piel…
Todo al descubierto
como Dios nos vio nacer,
tómame en tu regazo
que me siento desfallecer
mi niña amada mía,
corazón que no se deja caer
esperando el atardecer.
Desconozco el autor