Es de noche, y la soledad como tantas veces me acompaña,
cierro mis ojos, para no pensar, pero mi mente tiene vida propia,
y sigue sus intintos naturales, regodeandose en esta absurda necedad
de recordar...
tu piel, tu voz, tu manera de amar,
que en noches como esta,
tantas veces me hiciste disfrutar,
con tus besos y tus caricias...
Hoy mi boca acostumbrada al sabor de tu boca, pide deseperada tus besos,
mi piel impregnada de tu aroma, exige tus caricias, tu piel, tu contacto...
y mi corazón... acongojado por el dolor, reclama ese sentimiento de amor,
que solo conoció a tu lado.
y la noche se hace eterna
como eterna es la espera!
Mientras tanto, estas tú, la soledad y esta prosa...
Publicado por Cookyta C.C.N
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