He caminado sobre espeso lodo
por secos desiertos he andado,
en aguas de sal estuve flotando
de algunas tormentas salí ileso,
con mi férrea voluntad nada pudo
por algunos rayos fui quemado,
logré salir de aquellos tormentos
estando aún herido seguí viviendo,
mis cicatrices con humildad llevo
los ribetes de mi alma se pulieron,
cada espina en mi pecho ha dolido
fueron muchos los días nublados,
mis pasos fueron así fortalecidos
llegue a entenderme a mi mismo,
en cada caso me dominó el ego
sucumbí cegado por lo externo,
reaccioné con arrogancia en actos
el fútil orgullo hizo sus estragos,
solté el ambicioso individualismo
vivía preso bajo mi propio velo,
maduré contra todo pronóstico
lo que una vez fue un atado vuelo,
renací de aquello en silencio
aprendí a darme paz y descanso,
así procuré esquivar los charcos
a no dejarme salpicar por lo ajeno,
comprendí que no soy lo que tengo
ni lo que digo ni lo que hago,
tampoco lo que de mi han pensado
soy solo un espíritu infinito,
encerrado en un mundo de huesos
que vino a cosechar conocimiento,
con errores, tentado, atraído
adquiriendo fuerzas en el camino,
ganando coraje cuando tenía miedo
siendo ahora cauteloso y precavido,
sin dejar de ser libre y atrevido
emergí de mi encuentro interno,
a una existencia de luz sin pesos
desvinculando todo lo tóxico,
para dar de mi lo más preciado...
YO MISMO.
Autor: Ramón Morales - Derechos Reservados © - Caracas - Venezuela
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