Mírame…
Soy constante… levanto, o no me canso… pero, atrás quedaron tantos, y fueron tantas paredes.
Uno aprende a cruzar las paredes por las puertas, pero antes… se come ladrillos y rompe ventanas.
Y después… todo son pasillos con vistas a paisajes bonitos, no porque no sea fácil, sino porque aprendes con el tiempo. Y 10 años sirven de mucho.
Llevo 10 años escritos. Este año, haré 30. Y llevaré un tercio de mi vida, analizándome, destrozándome, vomitándome… levantándome, incansable, lleno de rabia, o latiendo como si me fuera la vida en ello. Todo ello en textos. Ahora, todo es un poco más relativo. Uno no se da cuenta de cuando era un niño, y los problemas, eran otros problemas.
Cuesta tanto, es tanto invertido, que tras miles de palabras (exactamente 656.907) repartidas en más de 2.700 textos… más de 250 textos por año… no está nada mal seguir por aquí después de todo. Antes me preocupaba el robo, ahora no me importa ser lo que piensen otros… antes, me dejaba lleno de rabia, de latidos rotos… hoy, soy otro más calmado, y canalizo esa energía. Sigo teniendo proyectos después de tanto tiempo, una licenciatura encima y camino de la segunda… más pragmático, más relativamente paciente. Y aunque sigo esperando mucho de los demás, intento que me les afecte lo menos posible.
Uno no cambia, pero si crece y a veces, crece como persona, no todos lo consiguen, yo lo intento, e intento continuar haciéndolo. 10 años son muchos años, pero espero que sean otros 10 más.
D/A
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