Te quiero
Y mueves el tiempo de mi vida sin horas.
Te quiero en los arroyos pálidos que viajan en la noche, y no terminan nunca de conducir estrellas a la mar.
Te quiero en aquella mañana desprendida del vuelo de los siglos que huyó su nave blanca hasta el agua sin ondas donde nadaban tristes, tu voz y mi canción.
Te quiero en el dolor sin llanto que tanta noche ha recogido el sueño; en el cielo invertido en mis pupilas para mirarte cósmica; en la voz socavada de mi ruido de siglos derrumbándose.
TE QUIERO
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