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Rojos desiertos, verdes praderas
Claras aguas, floreadas primaveras
asi lo decidió el Creador,
todo como si se hubiera hecho con amor.
Agrestes montañas, fríos inviernos,
todo entrelazado dando como resultado,
el mayor tesoro del cual las agujas de un reloj, corriendo
pueden marcar su desarrollo desde donde éste ha empezado.
Ese tesoro ha sido llamado vida,
la cual ocupa un lugar en algunos seres existentes
permitiendo, con su expansión el sentido de los días
tal y como lo hace cada mañana el sol naciente.
Esas diferentes formas de vida que conocemos
son las que conforman nuestro querido planeta Tierra
el cual debemos cuidar, ya que es el único que tenemos
y el cual vería nacer nuestra descendencia, si el debido respeto se le diera.
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