¡Yo tengo una joya!
¡Yo tengo una joya!,
una joya de valor incalculable,
que me proteje todo el día,
a traves de sus contactos celestiales,
pues Dios me la obsequió,
para no dejarme sola,
en este mundo de perdición.
Quien con su brillo me invita a brillar,
a decir cosas hermosas y a triunfar,
espero algún día ese brillo igualar,
y llegar a ser una joya preciosa, para los demás.
Esa joya ¡Eres tú, mamá!
¡Gracias por ser mi regalo más preciado!.