TERCERA EDAD
Desde que nacemos adquirimos compromisos,
siguiendo el ritmo de la vida sin prisas,
ella de la mano nos acompaña,
disfrutando de la misma con sus sonrisas.
Sonrisas de niña, de adolescente, de mayor,
que día a día nos sigue en nuestro llegar,
adquiriendo experiencias que te hacen reflexionar,
llegando hasta ese punto, en que solo donde deseas la paz.
Conformar el alma y el cuerpo viviendo serenamente,
con la sencillez que la vida y los años nos depara
porque… es más sabio valorar sin medir nada,
cuando es realidad, todo lo que por tu vida pasa.
Todo lo bueno y lo malo puesto que de ello
se aprende, dando vida a tu nueva serenidad.
Renovación de sensaciones diferentes
…entrando, despacito a la tercera edad
Donde el cabello se blanquea y las arrugas aparecen,
dónde la voz se suaviza y de gritos no entiende.
Cuando… volver a empezar una nueva andadura
hace brillar nuestra luz, que de distinta manera se enciende.
Es, como volver a aprender a vivir de nuevo… otra vida,
dónde se admiten distintas costumbres, otro despertar,
haciendo que poco a poco nos vaya cambiando el ritmo,
a un placentero y venidero bienestar.
Aprender a vivir en armonía, llegando al camino
que nos comunica con la razón y la sabiduría…
Añorando recuerdos que sentimos en silencio, guardados
en el cajón de la razón, siguiendo así de por vida.
@Mariisa Prunera
Llum