Cuando en el correr de los días, el recuerdo me trae solo el calor y color de tus ojos, en esos atardeceres, en que solíamos ser los dueños absolutos de nuestras vidas sumidos, en sólo nuestras caricias, absortos en la humedad que comenzaba a recorrer nuestra piel, y nuestras miradas se cruzaban con la complicidad, de sólo los que saben que esto, es gozar la vida…
¿Sabes? siento que sólo quiero que me cubras con tus piernas y yo atraerte, firmemente hacia mí sólo el viento, es testigo de nuestra locura, que no es amor, sólo dos cuerpos ávidos de fragancias extrañas, manos que piden más caricias, recorrer nuestros cuerpos sólo eso y mucho más. Esos días de veranos ardientes, en los que sólo quiero sentir tu piel. Mis cabellos al viento y tú ahí esperando más y más.
Desconozco el autor
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