AMOR
Me dolerás todavía muchas veces. Iré apartando sueños y tú estarás al fondo de todos mis paisajes. Tú con tu misterio y tu extraña victoria. Amor, ¿quién te ha dado esa fuerza de pájaro, esa libre arrogancia de mirar las estrellas por encima del hombro? ¿Quién eres que destruyes mi corazón y puedo, sin embargo, existir? ¿Se vive en la muerte? Se vive con el alma en desorden y la carne desmoronándose en el vacío? Nunca te tuve miedo y, sin embargo, ahora te rehuyo porque eres como un dios que me hace daño cada vez que me mira. Abandonaré todo lo que me estorba, todo lo que dificulta la huida y escaparé por la noche adelante, temerosa de ti, temerosa de esta grandeza que intuyo, de este fulgor, de este cielo que palpita en tus manos abiertas. Me dolerás todavía muchas veces y cada vez me extasiaré en mi daño.
Susana Marsh
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