|
Ruptura
Nos hemos bruscamente desprendido y nos hemos quedado con las manos vacías, como si una guirnalda se nos hubiera ido de las manos; con los ojos al suelo, como viendo un cristal hecho pedazos: el cristal de la copa en que bebimos un vino tierno y pálido...
Como si nos hubiéramos perdido, nuestros brazos se buscan en la sombra... Si embargo, ya no nos encontramos.
En la alcoba profunda podríamos andar meses y años, en pos uno del otro,
sin hallarnos.
J. Torres
|
|
|