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La jaula de Oro.
El precio de los sueños”
Sin saber como, nos descubrimos atrapados
en el cuerpo del inmigrante,
decididos a mentenernos firmes todo el tiempo que haga falta.
Juan es un niño que, como cualquier otro,
tiene la cabeza y el corazón repletosde sueños,
solo que su anhelo dista mucho de lo que la mayoría
querría alcanzar a los catorce años:
su plan es entrar ilegalmente a los Estados Unidos,
atravesando por tierra buena parte de Guatemala y México.
Sabe que el camino puede terminar en una celda en el país del norte,
una emboscada de traficantes de inmigrantes o una fosa común y,
sin embargo, no titubea para lanzarse a la aventura, guiado apenas
por la emoción que sacude su pecho como si estuviera invadido
por un zoológico. Su fuerza de voluntad es tal,
que le alcanza incluso para llevarse consigo a Sara,
una niña que será su primer amor, y Chauk,
un niño indígena que no sabe hablar español pero
que está igual o más determinado que él.
Desde el primer momento sabemos que el mundo entero está en su contra
y, sin embargo, no podemos evitar ponernos de su lado
apostando porque todo saldrá bien, conservando la ilusión de
que encontrarán más amigos que enemigos, y que con algo de suerte y fe,
alcanzarán su destino.
Sin darnos cuenta cómo ni cuándo, resultamos viendo la situación
con la misma inocencia que lo hacen ellos y soñando con la misma intensidad.
La bofetada que les dará la realidad, entonces, nos dolerá
tanto como a ellos. Conforme avanzan en su camino y enfrentan
dificultades cada vez más inverosímiles,
nos descubrimos atrapados en el cuerpo del inmigrante, decididos a luchar
y mantenernos firmes todo el tiempo
que haga falta, agobiados por el temor a desfallecer ante el siguiente obstáculo,
o descubrir que la crueldad del ser humano no tiene límites.
Aunque la jaula que el director Diego Quemada-Diez
busca retratar es la del mal llamado “sueño americano”, y en gran medida
es por esa que llegamos a la sala, al terminar la película
nos descubrimos atrapados en una jaula más sutil,
esa que construimos pacientemente con las proyecciones
de nuestros sueños, y de la cual solo podemos escapar
al conseguirlos o darnos por vencidos.
Pese a retratar con precisión casi documental
la odisea vivida por millones de inmigrantes,
La Jaula de Oro nos confronta con la problemática
de la migración desde un lugar mucho más punzante que el de la crítica
o la denuncia, ese que nos muestra al otro como un reflejo,
un ser cargado de heroísmo y perseverancia, cuya caída nos arroja
al mundo sacudidos, desnudos y desconcertados.
Sinopsis
Tres jóvenes de los barrios bajos de Guatemala viajan a los Estados Unidos
en busca de una mejor vida.
En el camino a través de México conocen a Chauk,
un indígena de la sierra de Chiapas que no habla español.
Viajando juntos en trenes de carga, caminando en las vías del tren,
pronto tendrán que enfrentarse a la dura realidad.
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