¿Qué es poesía?- dices mientras clavas
en mi pupila tu pupila azul-.
¿Qué es poesía? ¿Y tú me lo preguntas?
Poesía... eres tú.
X X I I I
Por una mirada, un mundo;
por una sonrisa, un cielo;
por un beso... ¡yo no sé
que te diera por un beso.
X X V
Cuando en la noche te envuelven
las alas de tul del sueño,
y tus tendidas pestañas
semejan arcos de ébano;
por escuchar los latidos
de tu corazón inquieto,
y reclinar tu dormida
cabeza sobre mi pecho,
diera, alma mía,
cuanto poseo:
¡la luz, el aire
y el pensamiento!.
Cuando se clavan tus ojos
en un invisible objeto,
y tus labios iluminan
de una sonrisa el reflejo;
por leer sobre tu frente
el callado pensamiento
que pasa como la nube
del mar sobre el ancho espejo,
diera, alma mía,
cuanto deseo:
¡la fama, el oro,
la gloria, el genio!.
Cuando enmudece tu lengua,
y se apresura tu aliento
y tus mejillas se encienden,
y entornas tus ojos negros;
por ver entre tus pestañas
brillar con húmedo fuego
la ardiente chispa que brota
del volcán de los deseos,
diera, alma mía,
por cuanto espero,
¡la fe, el espíritu,
la tierra, el cielo!.
L X X V I I I
Una mujer enveneno mi alma;
otra mujer enveneno mi cuerpo;
ninguna de las dos vino a buscarme;
yo de ninguna de las dos me quejo.
Como el mundo es redondo, el mundo rueda
si mañana rodando, este veneno
envenena a su vez, ¿por qué acusarme?
¿puedo dar mas de lo que a mi me dieron?.
Gustavo Adolfo Bécquer