Por qué no podemos olvidar que crecimos? ¿Por qué no podemos olvidar el pasado?
¿Cómo podemos superar todos los obstáculos del presente si aún el pasado nos persigue?
¿Cómo poder amar el presente si aún nos duele el pasado y nos trae tanta melancolía?
¿Cómo poder disfrutar o vivir en esta realidad, si la realidad del pasado voltea en nuestra cabeza?
¿Cómo poder voltear la página del libro de la edad, si aún las fotos y recuerdos del corazón están ahí pegados de la próxima página y no le dan la oportunidad de voltear para continuarla?
¿Cómo poder reír en el presente si las risas de las estrellas de corazón que existieron en nuestro pasado aún nos persigue?
Cuando ahí existía el buen humor, la alegría, la inocencia, la Navidad, pura infancia y el buen corazón, cuando pensábamos que todo era nuestro que todo nos correspondía y que éramos dueños absolutos del paraíso inolvidable, donde cada deseo era cumplido y cada buen hecho recompensado, en donde no debíamos luchar tanto por lo que queríamos porque las hadas familiares cumplían todo...
Pero aquí, aquí la madurez tomó el lugar de la infancia, la responsabilidad se apoderó de nuestros hombros, las nubes grises pasan de vez en cuando por nuestras vidas, para amargarnos la existencia, la culpabilidad del fracaso trae la decepción en nuestra alma en donde cada recuerdo es una lágrima.
¿Cómo poder no suspirar por esos recuerdos que casi todos trajeron alegría en nuestras vidas?
¿Cómo no desear parar el tiempo y seguir siendo un niño, un niño del pasado, presente y del futuro, pero un niño sin ser necesario crecer?
¿Cómo poder caminar por la calle, si las huellas de los pasos lejanos aún existen y no nos dejan caminar más sin recordarlos?
¿Cómo poder disfrutar del otoño presente, si lo del pasado aún lo sentimos en nuestra piel, sentimos el viento en nuestra mejilla y su lluvia en nuestros oídos? Cuando era tiempo del rencuentro con esos amigos y de tanta felicidad en verlos.
¿Cómo poder sentir este otoño, si aún el otro nos rapta con todo nuestro corazón en el pasado para poder vivirlo nuevamente?
¿Cómo poder soñar para un futuro mejor o soñar para que unas cosas que más amamos y queremos se cumplan, si aún no fuimos capaces de luchar por los cumplimientos de los otros deseos?
¿Cómo poder gritar y llorar diciendo que queremos libertad, afecto y compresión y nos quejamos que no somos oídos, si en el pasado no acostumbrábamos expresar los sentimientos y las personas no están acostumbradas con esto?
Lo que debe de pasar, es saber y aprender vivir, con el presente y el pasado.
Vivir equilibradamente, no hacer los mismos errores que hicimos entonces y hacerlos buenos ahora.
Saber luchar en el presente, también para los sueños del pasado, como también por los presentes, porque así serán todos cumplidos y mejor tarde que nunca; aprender a caminar al lado de esas huellas que totalmente no podrán ser borradas, pero serán como un aprendizaje para nosotros; tratar de vivir con las fotos del corazón, del alma y dejar sólo una lágrima y sonrisa aparecer, mientras que volteamos la página de la vida, porque sabremos que ahí llegarán mas recuerdos que recordar y extrañar; dejar el otoño pasado atrás y echarlo de menos sólo con el corazón, y el presente otoño vivirlo sólo en nuestro modo, con el corazón e intensamente para no arrepentirnos después.
Tenemos que aprender con todas las flores que tenemos sembradas en nuestras vidas, vivir con ellas y si se han secado traer otras (quedando con el inolvidable recuerdo y amor para ellas) para que el jardín de la vida nunca se seque, porque con el sol del cielo, las lágrimas del hielo en el suelo, el abrazo, amor y afecto las tendrán vivas, para una eternidad gloriosa y solamente:
¡Las flores son eternas!