Encontrar el sentido de las cosas no siempre es hacer algo diferente.
A veces, es solamente observar lo cotidiano,
la rutina de una forma diferente.
La vida puede ser vista de varias maneras:
con los ojos, con la mente, con la intuición.
Mas la vida sólo es verdaderamente conocida
por aquellos que hablan y oyen el lenguaje del corazón.
¿Acaso será eso hablar una misma lengua?.
“Los ojos son las ventanas del alma,
pero las mejores visiones las tenemos con el corazón”.
Así que cierren sus ojos e inspiren su alma
y coloquen su conciencia en sus corazones
y donde haya amor expandan el amor,
y donde haya miedo u odio, reconózcanlos
y libérenlos y permitan que el amor fluya dentro
de estos rincones oscuros de su corazón,
porque el amor es la única respuesta.
Miremos con los ojos del corazón,
aprendamos a apreciar lo que tenemos,
miremos a quien ayudar, a quien devolver una sonrisa,
y confiemos, que siempre podemos volver a empezar,
hacer las cosas mejor.
Es la única forma y es el único poder.