Para finalizar el año, quiero traer este tema a discusión, que se que vendrán muchas opiniones y puntos de vista.
De hecho, en algunos casos podría estar de acuerdo con la aseveración planteada en el título, pero en otros definitivamente no lo estaría.
Hace unos meses me llamó una amiga para decirme que se sentía sola. Le respondí que si quería, la acompañaría al cine o a algún lugar. Me dijo que no.
En estos días, a mi me pasó algo parecido. La misma amiga me invitó a una fiesta en su casa, y preferí quedarme solo en mi casa.
Ahora bien. Allí hay dos tipos distintos de soledad. El primer caso, es una soledad afectiva, o de pareja. Ella está sola no porque quiere. Está sola porque no se ha encontrado a alguien que la ame y a quien amar. A veces en esos casos no es mucho lo que podemos hacer. O se ama, o no se ama.
En el otro caso, nos podemos referir a la soledad de gente. Yo puedo estar solo conmigo, y me siento bien. Allí si se puede decir que estoy solo porque quiero.
La primera soledad se llena con una pareja. La segunda soledad se llena con personas, amigos, conocidos.
Si estamos en la primera situación, podemos estar rodeado de millones de personas, y aún así nos sentiremos solo(a)s.
En la segunda situación, con llamar a un(a) amigo(a) basta…