Niña mía, eres la dueña de mis sueños y suspiros, eres la creadora de mis locuras y sonrisas, y la musa que inspira palabras bellas. Niña mía, déjame estar junto a ti, déjame por un segundo clavarme en tus ojos y decirte todo sin palabras.
Niña mía, eres el arte que inspira a los sentidos del cuerpo, eres la música que aún no se ha escrito, eres el aroma que no se ha descubierto, eres el sabor que al probar podría ser mortal, eres la caricia que solo pude ser comparada con la suave brisa del mar en el ocaso, eres el color que solamente yo veo y eres la persona de la cual me he enamorado.
Niña mía, cuando fue la última vez que te quedaste sin aliento por ver algo asombroso, magnifico, perfecto, bello ¿lo recuerdas? Corazón, yo he vivido sin aliento desde el primer día que te vi. Niña mía, dime que se siente ser parte del perfecto universo, dime que se siente poder iluminar mi vida con el más pequeño destello de tus ojos.
Niña mía, me detengo y veo aquel camino que se pierde en el lejano horizonte, veo al camino más difícil que haya emprendido, lleno de interrogantes, de posibles caídas que estoy seguro dolerán y alguna que otra, lágrimas dejarán pasar.
Reflexiono un momento sobre este futuro que quiero tomar y me muero de ganas por empezar a caminar, porque si de algo estoy seguro es que si llego al final del horizonte, halla donde el camino se pierde, estarás tú, y cubierto de lagrimas te diré, Corazón, lo logre llegué al final, termine el maravilloso camino que ahora empezaré.
Desconozco el autor
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