Hay que abrazarse mas
Estar con un hombre implica tener la capacidad de saber
comunicarse sin palabras, como hacen ellos.
Porque si les pides que te hablen , te responden "¿De que quieres que te hable?"
, lo que es irritante , y corta toda comunicación. Claro que no
es muy elegante pedirle a nadie que te hable, pero, ¿de que
otro modo te entretienes con otro ser humano, que si fuera por el , te
someteria a un silencio de 10 horas, solamente interrumpido
por bostezos?. Los hombres no hablan , para desgracia de las mujeres.
Ellos no te dicen “soy feliz”, sino que
dicen “¡Ahhhhhhh!” mientras se tumban en un sofá.
No se ofenden: dicen “Uf”.
No te dicen que te aprecian; te guiñan el ojo.
No te dicen que estás bonita: te lanzan un silbido.
No te dicen que están deprimidos u ofendidos: se duermen.
Y si se conmueven, te abrazan.
Nadie le presta mucha atención a los abrazos,
pero los abrazos tienen el poder
de convertir un mal
día en un día luminoso.
Los abrazos salen del corazón. Un beso, un apretón de manos o una
sonrisa se pueden fingir ¡pero es muy difícil fingir un abrazo!. Alguien
podrá decirnos: “¿Quien te dio permiso para darme un beso?”, pero
es mucho más raro que alguien nos diga: “¿Quién te dio permiso
para abrazarme?”. Porque un abrazo siempre sienta bien. No
es una demanda sexual, como puede ser un ambivalente beso, sino
una señal de afecto personal puro. Siempre es lindo que te abracen.
Tengo la impresión de que si las mujeres van tan seguido a la
peluquería, al gimnasio y a la masajista, no es porque quieran
tener el pelo en perfectas condiciones ni la piel tonificada, sino
porque no tienen quién las abrace. Al menos éstos
profesionales las tocan ¡y hasta les cobran por hacerlo!.
Muchos jóvenes tienen un debut sexual precoz no por sus urgencias
sexuales sino porque necesitan que alguien los abrace. Y si miramos
al reino animal, ellos no paran de abrazarse: el elefante engancha
su trompa en el de adelante o el de atrás, y leones, gorilas y focas
andan siempre unos encima de los otros, abrazándose y toqueteándose
para reafirmar su identidad, su seguridad y su autoestima.
Estar pegoteados significa sobrevivir, porque los depredadores buscan
a los solitarios rezagados. Estar juntos da una sensación de bienestar.
Del mismo modo, un hombre se siente mejor si lo abrazas, o al menos
lo tomas del brazo andando por la calle. Así que basta un abrazo
segundos para que todo ande bien en la pareja. Aunque él
– como todo hombre - no pueda definir bien qué es.