En esa parte de tu cuerpo que me pierde, entre los pliegues del muslo con mis manos, se encuentra un verso que mis dedos rescatan y una flor de loto donde mi alma es acariciada En los pezones con sabor de abeja muda y las colinas que se resbalan por tu cuello hay metáforas ocultas en mis sueños cuando un despertar repentino te diluye Tus piernas dos árboles blancos de nieve y un enramado en tus pies de palomas y canela; hay un bosque encantado que sueña que te sueño y en otro despertar me duermo con sus hadas. Recorre el pensamiento como por mis labios el dulce contorno en tus caderas viento guitarra antigua que encierra música y misterio de sentir el infinito en ese punto imaginario. En el mundo desfilan los rostros de mujeres pasan las hojas sus bellos calendarios y en mi mundo tu rostro, solo tu rostro el que cautivo en su mirada me detiene. Preso de ti en ese andar recorrido por tu cuerpo tus rodillas lunas alrededor de un astro mágico tantra en lágrimas de amor tu sexo planetario un caminar de pájaros perdidos en una profecía. Entre suspiros de poros de virgen descubiertos y poros en tu piel que por mi piel se encuentran hay un quemante lamento de presencias ardorosas y un tiempo detenido con sabor a pan de dulce. Vivo en ti, renazco sin haberme muerto tu cuerpo es el altar donde me sacrifico el templo de un saber sin el conocimiento la iglesia nocturna donde se ofician versos Cuerpo de día que en un paseo de arena y mar vuelan en él pelícanos y el viento se suspende, las olas vuelven a ser cadera y sal sobre tu vientre inmenso mar tu ombligo profundo como el aire. Tu cuerpo, es cuerpo de mujer cuando te pienso mujer en mi, tu sexo en que me reconozco cuerpo de ti un espejo que no es mi cuerpo solo el dulce placer de ser reflejado por tu cuerpo.
Tus piernas dos árboles blancos de nieve y un enramado en tus pies de palomas y canela; hay un bosque encantado que sueña que te sueño y en otro despertar me duermo con sus hadas.