Cuando llegaba un nuevo discípulo, este era el “catecismo” a que solía someterle el Maestro.
¿Sabes quién es la única persona que no habrá de abandonarte jamás en tu vida?
¿Quién?
Tú.
¿Y sabes quién tiene la respuesta a cualquier pregunta que puedas hacerte?.
¿Quién?
Tú.
¿Y puedes adivinar quién tiene la solución a todos y cada uno de tus problemas?
Me rindo…
Tú.
ANTONY DE MELLO
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