La amistad no se conquista,
no se impone,
se cultiva como una flor;
se abona con pequeños detalles de cortesía,
de ternura y de lealtad;
se riega con aguas vivas de desinterés y
cariño silencioso.
No importan las distancias,
los niveles sociales,
los años
el color,
la altura o las culturas...
desconosco al autor
|